Gustavo Trindade

21/03/2016| Concejal del bloque Espacio Abierto, trabaja con un interbloque con el Frente Cambiemos.
Llevó su guitarra a todos los espacios políticos que integró. Sigue buscando su lugar en el mundo.

Es aquel político que existe en todos los pueblos, que siempre quiere pero que nunca puede. Las aspiraciones de Gustavo Trindade fueron creciendo con el tiempo, con el objetivo de ser intendente de Pilar, pero su zigzag constante le jugó en contra. Hoy camina por Pilar de la mano de Nicolás Ducoté, casi mendigando un lugar en su lista para el 2017. Sí, aquel al cual calificó como “la anti política” le podría dar cuatro años más de existencia en la política local.

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Su primera oportunidad de llegar a ocupar un lugar en la función pública se la dio Humberto Zúccaro en el 2003. En aquella ocasión fue designado como Director de Relaciones con la Comunidad. Pero antes de la culminación del primer período del zuccarismo, año 2007, decidió irse para plantarse de la vereda de enfrente por primera vez.

Sin participación en las elecciones del 2007, reapareció en el 2008 para presentar un equipo técnico con miras al 2009. Allí comenzó con su gira de referentes políticos, que continúa hasta hoy. Primero decidió alinearse a Felipe Solá, eso ocurrió tras la ruptura del ex gobernador con el Frente para la Victoria en el conflicto de la 125. En esa ocasión, el llamado Peronismo Federal decidió utilizar el sello del frente Unión PRO para presentarse a competir en las legislativas. Gustavo Trindade integró la lista local, esa que fue manoseada como pocas. Al vecino de Manzanares lo colocaron tercero, luego primero y finalmente séptimo por las internas del macrismo (donde está ubicado hoy) que atentaron contra su figura, en ese momento proyectada para enfrentar a Zúccaro por la intendencia en el 2011.

Al igual que Francisco De Narváez en la provincia, aquí la lista logró un gran caudal de votos y terminó segunda detrás del FPV. Pero Trindade no entró, sólo cuatro concejales obtuvieron el pasaje al Concejo Deliberante. Pero cuasi extorsivo y para nada democrático, el folclorista había acordado con los candidatos que estaban por encima de él que renunciarían para que ocupe la banca entre el 2009 y 2013. ¿A cambio de qué? Nunca alguno de ellos lo reconoció, pero fueron situaciones y actitudes que distaban de sólo responder a la lealtad a un “conductor circunstancial».

Su camino a la lucha por la intendencia fue el más traumático, se perdió tantas o más veces como un motociclista del Dakar en los desiertos argentinos y chilenos. Lejos de cuidar las formas, sus vaivenes estuvieron a la vista de los vecinos. Su unidad básica se encontraba en Ruta 8 e Ituzaingó, un lugar grande con dos plantas al cual primero le puso un cartel con los colores alusivos y referenciando a Francisco De Narváez, que sólo duró un par de días, lo que tardó en definir que acompañaría a Eduardo Duhalde con Unión Popular. Primero tuvo que enfrentarse a Jorge Álvarez y Silvana Aguilar en una interna muy pobre en cosecha de votos, para luego tener la derrota final en octubre del 2011 obteniendo sólo el 4%. Casi una muerte política para alguien que esperaba y apostaba a mucho más.

Con inconvenientes de salud importantes en el 2012, pocos creían que se presentaría en el 2013 pero lo hizo. Y dentro del Frente Renovador con una lista colectora apadrinada por el actual Senador provincial Jorge D’Onofrio se ganó cuatro años más en el Concejo Deliberante. Su estadía en ese sector sólo duró los meses de campaña. En los cuales decidió pelear sólo por su primer lugar en la lista y dejar de lado la lucha por quienes lo acompañaban, como Noemí Barrio quien terminó cuarta, prácticamente sin expectativas de nada.

Casi sin chances que el massismo lo deje participar en el 2015, en el mismo espacio que ocupaba el Intendente Humberto Zúccaro, deja el FR y junto a su referente Gustavo Posee pasa al PRO. Llegando por la ventana y con poco tiempo para las definiciones, sucede lo lógico; Trindade no tendría lista en ese lugar para competir en las PASO ante Nicolás Ducoté. “Ducoté no es lo peor de la política, representa la antipolítica”, explotó de bronca en la previa de las PASO del 2015, hace menos de un año. Y había advertido “a la ciudadanía que tiene que debe tener cuidado con estos personajes que aterrizan en la política y no se conoce su pasado, qué es lo que hicieron antes de llegar a ocupar un cargo en Pilar”.

Sin chances de participar en el 2015, decidió formar un interbloque con el bloque Justicislista de Zúccaro pero al mismo tiempo darle el apoyo a Jorge D’Onofrio en su carrera a la intendencia desde el disminuido FR. Nuevamente la brújula había perdido el norte.

Hoy “la antipolítica” lo acobija y él la defiende tanto o más como la criticó hace menos de un año. ¿Será este su camino hacia el 2017? ¿Surgirá otro? ¿Tiene otro?