Observación de aves, taller de germinación, mateadas, recorridos en canoas por el río Luján, controles mensuales del Acacio Negro, jornadas de fotografías, concientizacón de la importancia de los humedales son algunas de las actividades aburridas que se realizan en la Reserva Natural de Pilar. Por lo menos, desde el punto de vista del gobierno de Nicolás Ducoté, quien intentó inyectarle ruido y marketing a un espacio que representa el estado original de lo que era el territorio pilarense. Lejos de respetar eso y el trabajo de la Asociación Patrimonio Natural, el municipio presentó un proyecto para vulnerar la naturaleza con la instalación de un bar, un estacionamiento para lanchas y un sendero por encima del nivel del suelo.
En la previa de la sesión ordinaria del Concejo Deliberante, la referente de la ONG que ha cuidado a la reserva por más de 14 años, Graciela Capodoglio, evitó que el expediente enviado por la Subsecretaría de Planificación sea aprobado con los concejales. Quienes finalmente votaron su vuelta a comisión para ser discutido, aunque nadie aseguró que lo modificarán.
Juan Pablo Caputo es el funcionario que decidió impulsar la idea de convertir la reserva en una especie de balneario turístico. Capodoglio le aseguró a Pilar Político que el integrante del gabinete de Ducoté visitó una sola vez el predio y en esa oportunidad ya había manifestado su intención de instalar un bar allí. Y desde el primer momento, se le aclaró que no se podía hacer por los protocolos con los cuales se rige Asociación Patrimonio Natural, que entre otros responde a los de Fundación Vida Silvestre. Sin embargo, sin retomar el diálogo, Caputo continuó con su proyecto y lo presentó en el HCD.
JUAN PABLO CAPUTO
Aún no se sabe que ocurrirá, si las intenciones de Nico y Juampi prosperarán y podrán tomarse una caipirinha al costado del río Luján; o escucharán a quienes les aseguran que esa iniciativa contaminará el lugar, auditivamente por el ruido de las lanchas, visualmente por el sendero que quedará por encima del terreno cuando este no tenga agua (la mayor parte del tiempo) y de las formas que se les ocurra con un puesto gastronómico implantando en el predio.
