«Acá la mierda circula por los caños y colapsa en las esquinas» así lo resumió una vecina de Villa Verde. El barrio más afectado por la famosa «planta depuradora fantasma», esa que ayudaría a que los vecinos respiren aire puro y no olor a podrido desde el inicio del día. Esa estructura que según la documentación presentada en el Juzgado Federal de Campana fue pagada por la gestión de Nicolás Ducoté por la suma de $15.000.000 y nadie conoce su paradero.
En las esquinas de Fragata Argentina y Pasteur, y la primera con Vergantin República, los líquidos cloacales brotan desde abajo del asfalto y generan mucho mal olor. «Y no imaginas lo que es a la tarde, nauseabundo» le comentó Miriam, vecina y mamá de alumnos de la Escuela N°4. «Por acá pasan padres y chicos de la escuela. Si van por la vereda de las vías está lleno de ratas y si vienen por acá tienen que pisar mierda», aseguró señalando la tapa por donde salen líquidos constantemente.
«Todo el barrio tiene los caños en las puertas de sus casas y el agua da vuelta por esos caños pero no termina en ningún lado y no tiene ningún tipo de tratamiento. O termina de una en el arroyo o colpasa en las esquinas», aseguró otras de las vecinas que dio su testimonio a Pilar Político. «Además el agua rompe la calle. Ya se cayeron un montón de vecinos. Una vecina se fracturó el tobillo y otro muchacho se cortó con una botella en ese pozo» señaló en la esquina de Pasteur y Fragata Argentina.
Los $15.000.000 y la ubicación de la planta depuradora son interrogantes que aún Ducoté no pudo responder. Pero para la sociedad lo más importante es que resuelva el conflicto que significa darles una mejor calidad de vida. Poder caminar por la calle o las veredas sin tener que pisar con asco o tapándose la nariz por el aire contaminado que hay en el ambiente. Por el momento, ambas acciones deberán esperar. El fiscal designado por el Juzgado Federal de Campana deberá seguir investigado que ocurrió con esos fondos públicas y los vecinos de Villa Verde, Peruzzotti, Villa Buide y Nuestra Señora del Pilar no tendrán otra opción que seguir caminando entre los excrementos.
