Mientras el gobierno comunal sólo habla de buenas intenciones y hasta tiene el coraje de admitir que analiza una posible prórroga del contrato con Sudamericana de Aguas, sus usuarios padecen su pésimo servicio. Debido a que en el “Pilar Verde” promocionado por la comuna, los líquidos cloacales circulan por toda la ciudad.
Así ocurre en las cercanías de la esquina de Lubo y Ruta 8, donde desde hace dos semanas los vecinos ven y por sobre todo, huelen lo siempre, la ausencia de Sudamericana. Allí todos las casas tienen ese problema, que nadie ha acudido a solucionarlo. A este punto se le suma las vertientes cloacales de Independencia y Ceballos.
Ni la empresa, ni la Comuna, ni el Ente Controlador de Sudamericana, ni la Secretaria de Servicios Públicos se ha comunicado con los damnificados de esta situación. Sólo les resta esperar a que cesen las lluvias para descomprimir los caños. Pero el pronóstico del SMN no les es favorable, anuncian lluvias hasta la próxima semana.
Lejos del tiempo necesario para analizar qué hacer y definir en qué situación se esperará a Aysa (¿llegará?), estos casos son prioritarios para aquellos que lo sufren. Pero mientras la Comuna quiere transparencia en su gestión, el color oscuro de los líquidos cloacales tapa al pueblo que los eligió para gobernar.