«Como te ven te tratan. Si te ven mal, te maltratan. Si te ven bien, te contratan» dice Mirtha Legrand. Sin dudas esta frase se adecua a la actualidad del ex Intendente Nicolás Ducoté, quien hasta conocerse la novedad de la citación del Juez Federal Adrián González Charvay era el sostén de varios dirigentes que apostaban a su figura para intentar ser candidatos, pero ahora pasó a ser la oveja negra que todos evitan. Por eso NADIE dentro de Cambiemos salió publicamente a apoyarlo. Lo dejaron solo.
«Es mi deseo personal que sea Nicolás Ducoté el que encabece la lista acá en Pilar» manifestó el actual concejal macrista Flavio Álvarez durante el pasado viernes. Aunque ahora es uno de los que brilla por su ausencia para respaldar al ex jefe comunal que está acusado de corrupción. ¿Habrá cambiado su deseo personal? ¿Ya estará buscando un nuevo padrino para renovar su banca?
Otro de los que decidió mirar hacia otro lado y hacerse el desentendido fue el Profesor de canto del propio Ducoté, Matías Yofe. Quien la semana pasada publicó una foto junto al egresado de Harvard con la frase: «Salimos juntos por Pilar». ¿Y ahora? ¿Se tirará frente al móvil del servicio penitenciario en el caso hipotético que deban trasladar a su «líder» político? ¿O está esperando nuevas directivas para elegir a alguien más para la próxima foto?
Esos son simplemente un par de ejemplos, como también se pueden nombran a Jésica Bortulé, Analía Leguizamón, Andrés Genna Grau, Marcela Campagnoli, entre otros, que no se expresaron a favor del ex Intendente. Nadie dijo nada, nadie salió a gritar por su «inocencia». ¿Creen que es culpable? ¿Ya lo descartaron como posible candidato para este 2021? Más allá de eso, la realidad es que Nicolás Ducoté, como se dice en el barrio, «está más solo que kung fu».
Hagan como Diego Ranieli, que apoyaba a Ducoté hasta cinco minutos antes que empiece a caer en desgracia. Lo mismo hizo con Zúccaro, etc. etc.
El tipo desde hace 20 años pulula por distintos cargos políticos en Pilar y así, transando con el poder de turno, logró forjar una fortuna que le permite por ejemplo vivir en un country y hasta ser dueño de un complejo turístico con playa privada y todo.
Después no digan que en este país no se puede progresar… Ser político y llamarse Ranieli es la prueba que demuestra lo contrario.