El proceso de vacunación consta de cuatro etapas sectorizadas que cumplen los protocolos correspondientes. En la misma se acompaña a los pacientes y se los monitorea. Aproximadamente todo el sistema dura 45 minutos en los que se toman los datos de la persona, espera, se aplica la vacuna y aguarda unos instantes para asegurarse que no sufra ninguna reacción inmediata e improvista.
El triage es la primera instancia del proceso. Allí, se revalidan los datos del paciente asegurándose que tenga el turno indicado, se le formulan preguntas respecto a la sintomatología, se le mide la temperatura antes de entrar. Luego, pasan a otra etapa donde se le toman las contraindicaciones (si se aplicó vacunas recientes, si tomó algún medicamente que no sea conveniente para este momento). Luego, se dirige a la segunda parte: la prevacunación.
Allí, en no más de cinco o diez minutos, se le despejan las dudas y se derriban mitos que pueda acarrear a causa de la incertidumbre o la sobreinformación. Tiene una función muy útil por logística: evita el amontonamiento de gente en los momentos previos a la tercera instancia. Esta es la vacunación.
El Centro Cultural Federal consta con cinco módulos vacunatorios para aplicar la vacuna. Luego de la inyección, esperan en una fase intermedia donde reciben una charla educativa donde no solamente se referencian sintomatologías agudas sino también efectos secundarios que puedan surgir en las siguientes 48 horas, algo que es muy difícil que suceda.
La post-vacunación es la última instancia. Allí se le explica qué hacer ante una sintomatología para poder recibir un seguimiento y recibir contraindicaciones. Esa zona está equipada con insumos para contrarrestar imprevistos. La espera antes de la salida es de, cerca de media hora.
Con el breve recorrido culminado, el paciente está liberado tras un proceso que lo protege, monitorea y educa en la aplicación de la vacuna contra el Covid-19.
CONOCÉ EL SISTEMA DEL VACUNATORIO
LA PALABRA DEL DOCTOR FACUNDO MAIDANA:
