Hablando en criollo se lo puede considerar como uno de los organizadores de “picados” más importantes del mundo por su creación del “Fútbol Callejero” desde su Moreno. En la política, sus éxitos todavía no se acercaron al arco rival. Fue candidato a intendente en el 2011 y logró solamente el 8.45%, en el 2015 ni siquiera llegó a ser el hombre elegido por el PRO para encabezar la lista del Frente Cambiemos. Como ha sucedido en varios distritos, ahora gobernados por el macrismo que enviaron funcionarios “poco valorados” en sus tierras a lugares donde no son conocidos, el caso de Fabián Ferraro en Pilar.
Sus números electorales no son los más atractivos, si se quiere buscar allí la razón de la elección de Nicolás Ducoté para sumarlo a su gabinete en Pilar. La agrupación de Ferraro, “Moreno Vive” tuvo su debut en el 2009 obteniendo menos del 3%, en el 2011 se conformó con casi 9%, en las legislativas del 2013 finalizó cuarto cómodo y en las últimas plantó bandera blanca dejando a Leonardo Cóppola como el máximo referente de Mauricio Macri en el distrito vecino. Comparándolo con el futbol callejero, Ferraro en su cancha no iba a ser un gol ni aunque hubiese jugado dos días seguidos.
Repasando sus declaraciones a lo largo de su trayectoria política se encuentran palabras interesantes. Tanto en el 2011 como en el 2013 fue parte de la estructura perdedora de Francisco De Narváez. Y Ferraro en ese momento argumentaba la participación de su agrupación en el sector del colorado: “Siempre tuvimos en claro que la discusión que quieran dar es dentro del peronismo”. Evidentemente en medio de una neblina y con un horizonte poco claro se cruzó al macrismo. Pero si tuvo una buena lectura de la situación cuando habló de las elecciones del 2015. “Tenemos una buena relación con Walter (Festa). Estamos seguros que uno de los dos va a gobernar Moreno”, anticipó y el pueblo de Moreno le dio la derecha al elegir al Camporista Festa.
Como Secretario de Desarrollo Social de Pilar, Fabián Ferraro tomó notoriedad pública rápidamente al interrumpir de manera abrupta el proyecto de Pilar Vóley. Así el municipio fue apuntado por el mundo deportivo nacional por no cumplir con el compromiso asumido con el equipo que participó de la Liga A1 ACLAV, la elite del vóley nacional. Justo en el año que Argentina logró clasificar nuevamente a los Juegos olímpicos, fue campeón Panamericano y logró podios mundiales en las categorías Sub 19 y Sub 21, en Pilar se decidió darlo de baja. Sólo dos meses de competencia restaban cuando el morenense comunicó que no se iban a abonar más los sueldos.
Su incumplimiento no se limitó a sus declaraciones, a días de haber asumido, sino que se confirmaron a pesar de haberse comprometido con los coordinadores Jorge Bellendier y Miguel De Céspedes, y dirigentes de la liga. El propio intendente Nicolás Ducoté tuvo una comunicación telefónica con Marcelo Tinelli para reencauzar el rumbo y no terminar en un papelón. Finalmente, el Municipio sólo ofreció abonar menos de la mitad del presupuesto original, que todavía no lo hizo; y los jugadores finalizaron el torneo por amor propio, hasta rifaron camisetas para obtener fondos.
Lejos de las características de dirigente social emparentado al deporte, Fabián Ferraro les dio otro golpe a deportistas pilarenses al sacarles las becas a cinco atletas. Quienes son amateurs y recibían una ayuda de la comuna para presentarse en diversas competencias. Juan Cena, Martín Chapochnikoff, Juan Cruz Saiz, Santiago O’Donnell y Noelía Sersen se quedaron sin ese aporte más para seguir representando a Pilar en distintas partes del país y del mundo. “Lamentablemente me sacan la ayuda económica que me otorgó el gobierno anterior, todo por no apoyar al gobierno entrante”, declaró Juan Cena quien no recibió ninguna explicación como sus colegas.
Pero las complicaciones para Fabián Ferraro no se limitan al deporte solamente. Durante la semana pasada, padres y chicos quienes eran parte activa de la sede Villa Rosa del programa social provincial Envión lo acusaron de “violar los derechos” de esos jóvenes en una manifestación frente al palacio municipal. Los mismos que durante los últimos cinco años encontraron contención en ese lugar ubicado en el populoso barrio Luchetti. “Gracias a los profes no estaban en la calle, por el apoyo escolar terminaban la escuela o pasar de año, los rescataban de las drogas y nos ayudaron a tener un proyecto como familia. Soñar más allá de las dificultades” fueron las palabras de los padres para describir la necesidad de volver a contar con ese espacio.
La polémica decisión del funcionario municipal y su equipo fue la de cerrar esa casa. Lo realizaron de manera paulatina, primero con el despido de los coordinadores, luego con la desaparición de los distintos talleres hasta impedir el paso de los jóvenes, a quienes les quemaron en su presencia los trabajos que habían hecho en los últimos años. “Ferraro, vení a conocernos antes de tirar y quemar nuestras ilusiones” decía una de las pancartas que llevaron los jóvenes para demostrar su disconformidad.
Fabián Ferraro se crió en un barrio muy humilde de Moreno y allí inició sus tareas sociales canalizadas a través del fútbol. En Pilar, hasta el momento su tarea está lejana de sus inicios. Sus primeros cien días de gestión de destacaron por quitar apoyo al deporte y por darle un duro golpe al alma a un grupo de chicos con muchos problemas en sus vidas.
