Allá a lo lejos, en 1998, comenzó la relación de Sebastián Neuspiller con Pilar, más precisamente con Fénix, cuando el técnico del equipo Rodolfo Muñoz le planteó dejar el equipo universitario en el cual jugaba para hacerlo de manera oficial en la Primera D. Y el Dandy lo primero que hizo fue poner la condición de no estar obligado a asistir todos los días a entrenar. Casi dos décadas más tarde, una propuesta similar le hizo Diego Santilli. Así inició su carrera política, con una meta que sólo dejó de exponerla públicamente, pero por la cual continúa trabajando tácitamente, ser intendente del distrito. Con la diferencia de que el gran goleador no piensa esperar al próximo mundial, su fe y deseo es llegar antes de los cuatro años.
Para aquellos que lo conocen de sus años de futbolista en Fénix ven claramente que las formas del Dr. Gol, como lo apodó Diego Brancatelli en sus transmisiones del Cuervo, son las mismas de siempre. Con 235 goles tantos y un ascenso, el Dandy no logró el cariño total del público pilarense, básicamente por no cruzárselo diariamente en la ciudad como a otros que hicieron muchos menos. En aquel equipo era el capitán y hoy es el Presidente del bloque de concejales, pero su voz de mando y liderazgo no es tan respetada como debería. La razón es el reparto de días, su actividad legislativa es la menos beneficiada.
Recordando su despedida del fútbol no fue la más feliz. Decidió irse cuando la institución tenía un horizonte poco alentador, quien era el gerenciador César Mansilla retiró su apoyo y el ginecólogo lo siguió. Con un promedio magro y poco presupuesto, Fénix terminó descendiendo a la D. Pero las vueltas de la vida hicieron que el club renazca de sus cenizas con el regreso a la C y eso tentó a Neuspiller de ponerse los cortos nuevamente. Con el equipo campeón una fecha antes del final, quiso una despedida formal en un partido oficial pero los referentes de aquel plantel se lo negaron. Y los mismos jugadores, fueron los que también truncaron un partido amistoso “homenaje” para el Dandy solicitando toda la recaudación para prestarse a jugarlo.
Cuando colocamos de manera paralela las carreras deportiva y política de Neuspiller no es un capricho. Lo más reciente mostró al médico teniendo internas en su bloque con el concejal en licencia Miguel Gamboa, y este último antes de irse lo criticó porque querer ocupar dos lugares “cuando no puede con uno”. Algo similar le sucedió cuando a Fénix llegaron jugadores de experiencia, que no entendían que Neuspiller sólo entrenará un día antes del partido. De eso se recuerda situaciones tensas vividas en la ducha del vestuario con Eduardo González y Félix Benito. Luego la revancha del Dandy no fue cara a cara, sino apelando a su amistad con Mansilla para dejar afuera del equipo a González.
Uno de los argumentos utilizados por la actual gestión para tratar de desviar el foco de sus deficiencias es la herencia recibida. Esa que de alguna manera colocó a un casi zuccarista al tope de su lista de concejales, ya que Neuspiller en su primera búsqueda de ingresar a la función pública se reunió con Humberto Zúccaro. “Creo que tiene una muy buena gestión. Creo que puedo ayudar en mis especialidades que son la salud y el deporte” había declarado. Ese era un Dandy “apolítico”, con la asesoría de Santilli & Compañía entendió que “lo peor es lo anterior”. Esto se puede tomar como un antecedente para el día de mañana, cuando rompa la sociedad con Nicolás Ducoté.
Para que quede claro, Diego Santilli le aseguró a Sebastián Neuspiller que en algún momento va a ser Intendente de Pilar y que “su” momento no necesariamente tiene que esperar a las elecciones del 2019. La estrategia contempla un llamado de Mauricio Macri o María Eugenia Vidal a Ducoté para que se integre al gobierno nacional o provincial. Pero este sector del PRO espera que eso se concrete recién después del 2017, para no obligar a elecciones adelantadas. Tanto han pensado en eso que en el armado del actual gabinete municipal ya tienen áreas “propias”, para que el Dandy tenga un “gobierno tranquilo”.