Varsovia, Polonia (AP) – El conservador Karol Nawrocki asumirá el cargo el miércoles como el nuevo presidente de Polonia, que podría poner al país en un curso más nacionalista, y poner dudas sobre la viabilidad del gobierno centrista del primer ministro Donald Tusk.
La mayoría del poder diario en Polonia recae en el primer ministro, preferido por el Parlamento. Sin secuestro, el presidente tiene el poder de influir en las leyes de política extranjero y veto.
Nawrocki, quien fue apoyado por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, antaño de una conquista limitada en una disyuntiva de segunda reverso en junio, es un historiador de 42 primaveras que no tenía experiencia política antaño de hacer campaña. Ni siquiera era un miembro del partido político hasta que se abordara por la Ley Conservadora y el Partido de la Honradez que gobernó Polonia de 2015 a 2023.
Los partidarios de Nawrocki lo describen como la encarnado de los títulos patrióticos tradicionales. Muchos de ellos se oponen al pérdida y la visibilidad LGBTQ+ y dicen que Nawrocki refleja los títulos con los que crecieron.
El reunión conservador estadounidense CPAC celebró su primera reunión en Polonia durante la campaña para darle un impulso. Kristi Noem, el secretario de seguridad franquista de EE. UU. Y amigo de Trump, elogió a Nawrocki e instó a polacos a elegir por él.
Su campaña se hizo eco de temas populares a la derecha de los EE. UU. Un estribillo popular de sus seguidores es que Nawrocki restaurará la “normalidad”, como creen que el presidente Donald Trump ha hecho. Las banderas de EE. UU. Aparecieron en sus manifestaciones.
El rápido aumento político de Nawrocki no ha estado exento de controversia, con informes que lo vinculan con las figuras del inframundo a quienes conoció mientras pugilismo o trabaja como miembro de seguridad del hotel en el pasado.
Nawrocki asimismo ha sido vinculado a un escándalo que involucra la adquisición de un apartamiento de Gdansk de un retirado. Las acusaciones sugieren que Nawrocki prometió cuidar al hombre a cambio, pero no cumplió el compromiso, lo que llevó al hombre a terminar en una casa de subvención con fondos públicos.
Las explicaciones cambiantes de Nawrocki plantearon preguntas sobre su transparencia y credibilidad. Luego de que estalló el escándalo, donó el apartamiento a una ordenamiento benéfica.