Todos los que ayer tuvieron el inconveniente en la Dirección de Bromatología y Abasto coincidieron en algo, “¿para que lo cambiaron si funcionaba bien?”. El problema central fue que cerraron la caja de cobro en esa dependencia, obligando a todos los transportistas y trabajadores que concurrieron a realizar trámites a tener que solicitar el comprobante de pago allí y luego ir hasta el palacio municipal a esperar que abra para abonar. Una situación tan extraña como incomodad.
“Acá abren a las 6, vos llegabas y como mucho el trámite de la desinfección llevaba diez minutos”, le comentó Rodolfo, propietario de una empresa de transporte privado. “Ahora tenes que venir hasta acá, para luego ir al centro de Pilar y esperar que abra el municipio recién a las 8. ¿A quién se le ocurrió?”, manifestó indignado.
Fueron muchos los dueños de logísticas que se comunicaron con los empleados del lugar para pedir explicaciones, las cuales se destacaron por su ausencia. Por ello, los conductores de transporte pesado optaron por dejar sus camiones y caminar desde Rio de Janeiro y Ruta 8, donde está ubicada la dependencia, hasta el centro de Pilar para pagar; otros se juntaron entre dos o tres y compartieron un remis; los trabajadores que fueron a tramitar la libreta sanitaria, la mayoría con el dinero justo o con solamente la tarjeta SUBE encima, no les quedó otra opción que caminar para completar el trámite.
Realmente de casualidad, Pilar Político se cruzó con el director del área, Matías Cortez. Con muy poca predisposición para el diálogo, y más preocupado por saber la identidad de la persona que estaba fotografiando la fachada de la dependencia municipal, expresó tan sólo un par de frases y alcanzaron para contradecirse en el mensaje. Primero aseguró que la problemática era a causa de la falta de recurso humano, “se me fue ayer el cajero” expresó. Pero posteriormente acusó a los transportistas de dejar para el último día el pago de sus habilitaciones, “ellos desde hace un tiempo estaban avisados de este cambio”. ¿Cuál es la verdad? ¿Una renuncia imprevista? ¿O un cambio de sistema poco práctico para los contribuyentes?
Sumado a todo esto, al joven funcionario también lo tienen apuntado desde el sindicato de gastronómicos. El cual le hizo el favor de capacitarle a sus inspectores, pero hasta ahora no es recibido por Cortez para acordar la emisión de las libretas sanitarias con el curso realizado en el gremio.
¿Es necesario que todo cambie, aunque esté funcionando bien? ¿Se percataron que los transportes de alimentos tienen un corto horario de reparto en el centro de Pilar y si se demoran por esta modificación pierden el día laboral? ¿Es más importante una foto que pueda lograr un periodista o resolver el conflicto?