«Claro que voy a ir, allí estaremos», había asegurado al aire de Radio X Pilar en una nota que le realizaron tras su presentación de lista. La ausencia de José Molina en el debate más importante en la previa de las PASO 2017 sorprendió a todos, inclusive hasta los propios que se acercaron al hotel Howard Johnson bien temprano para tener ringside. La interna de Unidad Ciudadana era la atracción del evento. Sin embargo, ¿problemas de tránsito? ¿temor? ¿incapacidad? ¿recomendaciones? hicieron que decidiera dejar a todos plantados.
Las negociaciones para su presencia fueron arduas; que si, que no, que no puede estar a la altura de otros que «no existen», que «me sirve», que «no me sirve», «quiero ir pero no me dejan», hasta llegar a la consulta: «¿Cuánta gente puede acompañar?». La respuesta fue: las que necesiten. No obstante, ni el calor del aliento de la militancia parece haberlo convencido.
Sus adversarios políticos, Federico Achával y Fabián Pitronaci al momento del sorteo por los turnos miraron su asiento vacío, y se preguntaron al mismo tiempo si iba a estar o no. Lo esperaban, lo querían tener frente a frente para debatir ideas, algo inédito en la carrera política de Molina. Se quedaron con las ganas, aunque en algunas intervenciones expresaron que hubieran preferido tenerlo en la misma mesa.
Algunos pueden tener mejores formas expresión, contar con mayor caudal de vocabulario, una voz más firme, ideas más claras, ser más original para dejar asentado su mensaje; pero sin dudas lo más importante de los doce participantes fue el valor de defender su postura debatiendo democráticamente. Materia a rendir por el veterano dirigente.
