Con las maestras trabajando «en negro», cobrando sólo diez de los doce meses, sin aguinaldo, ni vacaciones, sin contar con seguro de salud, ART, aportes jubilatorios, entre otras cosas; con los niños prácticamente sin contención pedagógica, los mismos que recibían el desayuno con alimentos en mal estado, de bajo contenido nutricional y muchas ocasiones con raciones que no llegaban a cubrir toda la matrícula de cada salita; con animales descuidados; son tan sólo algunas descripciones del funcionamiento del Jardín de Infantes «Tierra de Encuentro».
Aymara López, Fernanda Álvarez y Emilia Puntarelli fueron las docentes que se animaron a publicar un comunicado en las redes sociales para denunciar las penurias vividas de un ámbito de crecimiento de muchos niños. Dos de ellas tres renunciaron por los maltratos recibidos por parte de Gisela Baum y Diego Dopaso, Directora y encargado del personal respectivamente. La restante fue echada y está iniciando acciones legales por falta de pago y daño psicológico.
«Somos un grupo de profesionales relacionados con la gestación, maternidad, educación, psicología, y el arte que nos encontramos en la búsqueda de unir las diferentes etapas evolutivas en un espacio de crecimiento familiar; ensamblando saberes, criterios y diferentes miradas», es la presentación del lugar en su sitio web oficial. Nada más alejado a la realidad, de un lugar que no sólo cumplía con su cuerpo de docentes, sino que no poseía las habilitaciones correspondientes para trabajar con esos pequeños.
Increíblemente, el establecimiento inició su período de inscripciones para el ciclo lectivo 2018. Padres y maestras hicieron la denuncia en DIPREGEP y en la Municipalidad del Pilar, una más en una carpeta que contiene otras hechas previamente. El ente provincial corroboró las irregularidades y elevó el caso a La Plata y también le dio intervención a la Comuna. «No entendemos por qué sigue funcionando. No tiene niños porque las familias nos fuimos. La dueña y directora esta intimada por la AFIP y tiene las cuentas bancarias embargadas por no presentar declaraciones juradas», manifestó la docente Aymara López.
Docentes y padres hicieron todo lo que tenían a su alcance, ahora es el turno del estado. ¿Qué hará el municipio liderado por Nicolás Ducoté? ¿Permitirá que siga funcionando un jardín de infantes en esas condiciones?
No hace falta que el municipio lo cierre. No se entiende, si a las maestras les pagan mal, que dejen de trabajar allí. Si los padres ven que sus hijos no tienen en cuidado necesario, que no los manden a ese jardín. y listo.
Que mediocridad hay en tus palabras Eduardo. Es un derecho el trabajo en blanco, el aguinaldo y que el Jardin esté habilitado como corresponde. Pero claro, que te importa a vos la educación de un niño y el trabajo digno de un docente con esa respuesta carente de todo sentir.
No es así, deben cerrar el jardín. Hay padres que no se enteran de las cosas que les pasan a sus hijos. Si van nenes muy pequeños que no pueden hablar por ejemplo… La educación y la tarea de enseñar es algo profesional, si se hace mal Puede dañar seriamente al sujeto en formación, esto se podria decir que es mala praxis. Cierre inminente de este lugar!!! Yo soy maestra jardinera y me parece una atrocidad lo que hacen. No conozco el lugar, pero si es de la manera en que se describe, que se cierre y no corremos el riesgo de niños sufriendo.