Múltiples nombramientos; una contratación por más de un millón de pesos; quita de alimentos en los bolsones de comida para los más necesitados; mala relación con instituciones dedicadas al bienestar de distintos sectores de la sociedad, como lo son Cáritas y Amigos del Alma; vaciamiento de dependencias municipales, como la Casa de Abrigo; desplazamiento de profesionales que se destacan por encima de su figura; son todas situaciones que describen la gestión de Fabián Ferraro en Pilar. Ahora hay que sumarle, la falta de apoyo a los comedores escolares que suplen la ausencia del estado en los barrios.
En Villa Rosa, más de 150 chicos, algunos de ellos acuden con sus madres, se alimentan en el comedor «Patas Sucias». El mismo recibía poca ayuda de la municipalidad y su encargada durante el último mes se encontró con una pésima noticia. Le disminuyeron aún más esa colaboración. «Harina no comen y la leche no necesita azúcar», fue la explicación que le dieron para sacarle esos dos productos. Sumado a esos, también le negaron la yerba. «El mate cocido les hace mal», fue la argumentación.
Según esa vecina que lleva adelante el comedor, en más de una oportunidad se tomó un remís hasta el galpón de Desarrollo Social para buscar esos alimentos y se los negaron. Para cada entrega tiene que ir más de una vez, desde Villa Rosa hasta Pilar.
A pesar de tener el relevamiento de la cantidad de chicos que acuden a ese lugar, por el trabajo de las asistentes sociales, el gobierno de Nicolás Ducoté sólo pudo colaborar con alfajores y chupetines para cien chicos en el marco del festejo del Día del Niño. ¿Y el resto? Según la mirada de Cambiemos, el sol no sale para todos, inclusive para estos pequeños.
Donación
Al margen de la negativa del municipio, «Patas Sucias» pudo festejar el Día del Niño. Para ello contaron con la ayuda del candidato a concejal randazzista Christian Rasmussen, quien al margen de las golosinas para esa jornada también les entregó alimentos para el resto del mes.
No se metan con mi puntera del barrio.