Mientras en la previa se marcaba la profundización de la grieta entre el Intendente Nicolás Ducoté y Sebastián Neuspiller, con la ausencia incluida de la tercera candidata a concejal, Analía Leguizamon, en el acto de lanzamiento de campaña en el Club Sportivo Pilar; el desarrollo de discurso del jefe comunal y el hecho de violencia posterior terminó siendo lo tristemente destacable. La agresividad inusual en el mensaje del egresado de Harvard sorprendió a todos, inclusive amortiguaron el impacto de la noticia de la balacera en Villa Verde en el local de Unidad Ciudadana.
“Lo mismo pasó con Scioli en el 2015, nuestro pueblo no cambió en la parte de sus preferencias. Valora mucho la oferta electoral del peronismo”, fueron las palabras de Nicolás Ducoté para explicar el triunfo de Cristina Fernández de Kirchner en su distrito. Y a raíz de esa situación, personas de su confianza le aconsejaron «peronizar» su mensaje. ¿Esa era la meta al señalar a los opositores como el enemigo y no un simple adversario político?
Federico Achával lo responsabilizó por los seis balazos que recibió el local ubicado en el populoso barrio de Villa Verde, el cual se encuentra lindero a una casa familiar que no tuvo consecuencias que lamentar sólo por un par de metros. Ducoté negó tener relación con lo sucedido. Pero la realidad lo expone al estar todo el tiempo acompañado por personas armadas, su custodia personal. Esa que lo sigue desde que se postuló para intendente en el 2015. ¿Es la forma elegida para caminar por Pilar? ¿Es la seguridad que le propone a los ciudadanos del distrito?
Las palabras muchas veces pueden ser más fuertes que cualquier arma, lamentablemente Pilar tiene varios antecedentes de hechos violentos en campañas políticas. ¿El Intendente lo tuvo en cuenta a la hora de disparar verbalmente? ¿Entendió que sus balas pueden herir a vecinos de su municipio? ¿O cualquier arma es válida para su fin electoral?