La vuelta del constructor familiar

15/02/2018 | Sergio Russo vuelve a ser beneficiado por la obra pública local. El esposo de la actual consejera escolar de Cambiemos, Liliana Monjes, construirá el nuevo paseo costero que propone la gestión de Nicolás Ducoté. Durante la etapa de Humberto Zúccaro fue protagonista de contratos polémicos.

«Sergio es un apasionado del buceo profundo, en naufragios y cavernas», toda una descripción de uno de los empresarios amigos de la gestión de Humberto Zúccaro y ahora de Nicolás Ducoté. Esa capacidad de nadar en aguas profundas parece que le dieron réditos a Sergio Russo, el titular de Tordel, firma que se ha quedado con la licitación para la construcción del Paseo Costero por el monto de $20.926.657,60. En momentos que el gobierno nacional pone la lupa en las relaciones familiares, aquí en Pilar se contrató al esposo de una funcionaria del gobierno. ¿Contradicción? ¿O simplemente una comodidad?

 

Liliana Monjes y Russo conforman una de las parejas de ex zuccaristas más beneficiadas por el Cambio. Ella desde su función en el Consejo Escolar logró que su marido obtenga gran parte de las obras que se realizaron en las escuelas durante el 2016, año en el cual el Fondo Educativo Nacional trepó a los $94.000.000. Él se presentaba y ella aprobada sus presupuestos, esa era la fórmula ganadora hasta la llegada de Guillermo Iglesias a la Secretaría de Obras Públicas.

Tordel ha sido un empresa constructora relacionada a Humberto Zúccaro. La firma fue protagonista en las obras tan históricas como polémicas; como la peatonal Rivadavia o la calle Nazarre, la misma que fue denunciada por la oposición de haberse licitado por partes para hacerlo de manera privada. Y durante el 2015, fue muy beneficiado por el Fondo Educativo Nacional, esa coparticipación que a Pilar le destinó $30 millones para la educación del distrito. Russo con Tordel, u otra de sus empresas, increíblemente ganó todas las licitaciones privadas que se realizaron.

Uno de los peores antecedentes del constructor amigo data del final de la gestión de Zúccaro. En aquel momento llegaron muchos reclamos por el estado del edificio de la Escuela N°10 de Manzanares. Como en todo el año 2015, allí fue Russo con sus herramientas a hacer las reparaciones, en ese caso puntual en el techo de la institución. Pero lamentablemente para la comunidad educativa de la localidad el recuerdo no es el mejor, porque se retiró del lugar sin completar el trabajo.

Y un día volvió, Russo nuevamente es parte de la escena principal de la gestión Ducoté. La misma que no toma en cuenta la ética a la hora de contratar al esposo de una funcionaria propia. ¿Esta situación está restringida según el decreto de Mauricio Macri que impide la presencia de familiares en su gobierno? ¿O tan necesario era el «retorno» de esa firma amiga que conocen todos los pilarenses?

 

 

Comentarios

  1. Alicia B. Pérez dice:

    Y …, los pactos preexistentes y la esperiencia en la obra pública, deben ser aprovechados y tenidos muy en cuenta, además, si no, cómo se hace para agrandar el patrimonio ???

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