«Desde principio del 2015, acentuándose en este último año y medio, la cantidad de chicos en los comedores comunitarios se ha incrementado entre un 25% y 50%», son palabras de Christian Rasmussen a quien la coyuntura política lo ha colocado como candidato a concejal en este 2017, pero que su contacto con las personas que llevan adelante esos lugares de ayuda hacia el prójimo se remonta desde hace un tiempo más prolongado. Por eso se atrevió a asegurar que las políticas públicas de la Comuna son deficientes y no logran cubrir las necesidades insatisfechas de un sector de la sociedad.
Ayer, Pilar Político expuso el ejemplo del comedor «Patas Sucias» (https://pilarpolitico.com.ar/noticia/la-leche-no-necesita-azucar/), ubicado en Villa Rosa. Al mismo le quitaron la harina, el azúcar y la yerba del bolsón de comida que le entregan mensualmente. En las mismas condiciones están otros comedores. «Les quitaron la harina y el azúcar porque dicen que los chicos están obesos», expresó Rasmussen, quien mantiene un diálogo permanente con los encargados de esos lugares. «Ni saben cuántos chicos van, los asistentes sociales no hacen el relevamiento que corresponde. Dicen que van un día y no van nunca», agregó.
Al igual como lo habíamos relatado, el candidato explicó que a los vecinos que van a buscar los alimentos a la dependencia municipal los ningunean. «Los hacen ir más de una vez cuando saben que les cuesta mucho llegar hasta ahí», explicó.
Sin tener en cuenta la explicación poco lógica que dieron desde la Secretaría de Desarrollo Humano, ¿no es contradictorio que se incrementen las matrículas de los comedores con que los chicos estén excedidos de peso? Si las autoridades están preocupadas en que se brinde una alimentación sana, ¿cuáles son los productos que reemplazaron a la harina y el azúcar? Si nadie del área dirigida por Fabián Ferraro se acerca a esos centros comunitarios, ¿cómo certifican el estado físico de los niños?
¿El $1.000.000 es la solución?
El Secretario de Desarrollo de Habitat y Humano, Fabián Ferraro, solicitó la contratación directa de la «Asociación Civil Creando Familia y Futuro» para el desarrollo del Observatorio de Políticas Sociales. Eso tendrá un costo de $1.169.000. Incluye el trabajo que realizan habitualmente los asistentes sociales. ¿Así sabrá realmente si los niños tienen hambre? ¿Le dirán si efectivamente «están obesos» o no?