Sobre el final de enero, Pilar Político publicó un chat de Whatsapp donde el Presidente de Deportivo Villa Rosa, José Barrera, admitía: “Nosotros respondemos al gobierno de turno”. Pasó más de un mes de aquella información y se confirmó que ha sido el único motivo para que su comisión logre continuar al frente del club. Ayer se concretó la Asamblea General para la renovación de autoridades y fueron los propios funcionarios municipales, con la Directora de Relaciones Institucionales Delfina Lenzi a la cabeza, quienes impidieron el ingreso de hinchas, socios y ex socios que reclamaban elecciones abiertas y transparentes.
Envuelto en una crisis económica y edilicia muy profunda, el Depor le suma una interna pocas veces vista en una institución barrial. Esto es producto de que hay muchos hinchas interesados en levantar al club de su situación actual, pero se encuentran con directivos que directamente le prohíben participar. Con el agravante que cuentan con el apoyo del estado municipal.
Al igual que ayer, el 24 de enero la joven funcionaria Delfina Lenzi había realizado una reunión con los socios oficialistas y sin dar aviso previo, como lo marca el estatuto, concretó el llamado a elecciones. Enterados de esa situación, hubo dos sectores que solicitaron documentación que avale el actual mandato de Barrera y también que se reabra el libro de socios. A ninguno le respondieron.
Falta de cuidados en el perímetro del predio, problemas edilicios, el pasto alto, peligro en la instalación eléctrica, falta de aberturas, alambrados rotos, son algunos de los problemas visibles que actualmente presenta Deportivo Villa Rosa bajo la presidencia de Barrera, apoyada por el Intendente Nicolás Ducoté. Quien hace algunas semanas atrás se presentó en el predio, jugó unos minutos con los chicos de inferiores, pero no se comprometió con ningún tipo de ayuda para la infraestructura de la institución.
“Queremos elecciones libres y democráticas”, solicitaban los hinchas de Deportivo Villa Rosa pero no sólo se las negaron sino que tampoco pudieron presenciar esa asamblea que presidió Lenzi. Debieron conformarse con verla a través de una transmisión de Facebook. ¿Y la transparencia? ¿y el diálogo? Se quedaron con las promesas del 2015.