Para los jóvenes PRO, los funcionarios nacionales son los ejemplos a seguir. Y puntualmente para las mujeres, tanto la Gobernadora María Eugenia Vidal como Carolina Stanley son los espejos en los cuales intentan reflejarse. Con muy pocos días de diferencia, una funcionaria y candidata local hizo una demostración de cómo seguir el libreto al pie de la letra. Tal es así que cometió el mismo error, no entender que muchas veces las soluciones que los ciudadanos implementan no son más que tristes paliativos y no necesitan ser celebrados.
Primero, el sábado 16 del corriente, la Ministra de Desarrollo de Nación, Carolina Stanley, en una recorrida por Escobar, se encontró con un vecino que colocó una parrilla en la puerta de la casa para vender comida. No lo hizo porque es el rubro en el cual se desempeñó toda su vida, sino porque no tiene un trabajo regularizado, un parche, una changa como ella lo describió. Sin embargo, la vecina del country Mayling no entendió la necesidad de ese ciudadano y ella si celebró esa postal del distrito vecino. «Juan armó esta parrilla en la puerta de su casa para los obreros de la zona. Así ellos almuerzan y él se gana una changa», tuiteó. Las críticas por alentar la precarización laboral y el trabajo informal no tardaron en llegar, y la funcionaria borró esa expresión.
Tan feliz, como cuando recorrió Europa durante un mes a tan sólo días de haber asumido como Directora de Relaciones Institucionales, se la vio a la también candidata a concejal Delfina Lenzi. Quien decidió promocionar un posteo de Facebook celebrando la apertura de un merendero en el barrio Luchetti de Villa Rosa. Esa situación que se ha multiplicado en todo Pilar, debido a la imposibilidad de muchos padres de poder alimentar a sus hijos, fue motivo de alegría de la representante del gobierno de Nicolás Ducoté.
¿De dónde viene Delfina Lenzi?
Haciendo un poquito de memoria, Lenzi es la misma persona que a minutos de confirmarse su nombramiento como integrante del gabinete local les aseguró a un funcionario y un ex concejal oficialista que iba a salir a pedir habilitaciones de los distintos comedores que había el distrito. Hoy, en plena campaña y ella en su rol de candidata, se muestra feliz de cortar las cintas de inauguración de esos lugares.
Está claro que ni Stanley ni Lenzi les ha tocado sufrir la falta de trabajo o de alimentos a lo largo de sus vidas, ¿será por eso que no interpretaron que no son momentos de celebración? ¿O la necesidad extrema puede facilitarle las cosas al estado? ¿Tener los recursos para alentar esos paliativos se pueden transformar en un arma electoral?
Que claro es tu informe Oscar! Y nos siguen queriendo vender HUMO Y GLOBOS. DONDE ESTA EL ARGENTINO MALDONADO? ?!!
Soy testigo que mandan a regularizar la situacion de merenderos. Piden requisitos como si fueran sociedades y son paliativos. Seis libros que cuestan casi $1000, 50 socios ?¿¡! Una demencia. Asi solo puede Barrientos o Milagro Sala con los fangotes de guita que le bajan
Srta lenzi.
LO IDEAL nO seque un niño pueda comer en un «. Merendero» ,eso no es un «sueño»
Un sueño ES QUE UNA FAMILIANONECESITE QUESUHIJOLOHAGA EN UNMERENDERO ,SINO TRANQUILO EN SUHOGAR!!!
Creo que Ud no logra visualizar el eje central del problema……NINGUn NiÑO debería requerir asistencia de este tipo , esungraveproblema socio alimentario económico .