Con la paciencia rozando el límite, los habitantes del barrio por ahora siguen actuando de manera pacífica y buscan que se cumplan las mejoras prometidas por el Intendente Nicolás Ducoté en el inicio del año. Mientras tanto, continúan acumulando bronca por la ausencia de representantes de las comuna en el lugar. Ayer por la mañana volvieron impedir el paso de los camiones atmosféricos a la planta depuradora de Sudamericana de Aguas SA. Sólo por este inconveniente decidió presentarse la interventora de la delegación, Ana Alboroz, y el coordinador Jorge Báez.
Los problemas son de vieja data y cada funcionario los debería tener como prioridad por el tiempo que han soportado los vecinos sin una solución. Pero hasta el momento sólo han llevado una libreta para tomar nota una y otra vez. Entre las prioridades figuran el estado de las calles, intransitables hasta para los camiones, y la obra inconclusa por parte de la prestadora del servicio de agua de red.
Sudamericana de Aguas junto a la gestión de Humberto Zúccaro se habían comprometido a extender el servicio y llegar a cada uno de los hogares de los vecinos de cinco manzanas, que se comprobó que no disponen de agua potable para consumir. Con conexión domiciliaria incluida sin costo alguno. Ahora, aprovechando el cambio de gobierno, la empresa decidió también modificar ese compromiso y le está solicitando, con el aval de la comuna, $2900 a cada familia. Imposible de asumir para la mayoría de las familias de este humilde barrio.
Para tratar de acordar soluciones definitivas, la interventora Ana Alboroz gestionó un encuentro para mañana a las 7 horas con el titular de Obras Públicas, Agustín Casal; el Director de Tránsito; y la titular de Servicios Públicos, Analía Leguizamón. Si fallan nuevamente a la convocatoria será difícil reencauzar la relación municipio-vecinos. 
