Okupas fue una miniserie, que mostraba un relato urbano conflictivo en el cual se detallaba minuciosamente el duro contexto de los que viven en casas tomadas. Ayer por la mañana, durante gran parte de la misma, se vivió la misma situación en el Concejo Deliberante de Pilar. Debido a que, la transición en la Secretaría Administrativa no fue ni la más ordenada, amistosa o cordial. Miguel Zakhem decidió restarle importancia a lo votado por el cuerpo legislativo en la apertura de sesiones y le negó el lugar que le corresponde a la nueva titular Georgina Gionferri. Casi como un médico a domicilio tuvo que ir Claudia Zakhem a mediar y convencer a su padre.
Quienes observaron toda la secuencia le mencionaron a Pilar Político que la jornada había comenzado normalmente. Gionferri había tomado posición de la función asignada, en un momento fue al baño y a su regreso Zakhem padre estaba sentado en su lugar. Ante el pedido formal que lo deje, se negó varias veces y así se inició el conflicto. No sólo fue por el sillón, sino también porque el radical dio indicaciones a los municipales del área, como si nada hubiera cambiado; por ejemplo, ordenó que se repartieran los recibos de sueldo.
Sorprendida por el conflicto, Gionferri hizo surcos en el camino entre la oficina de la Secretaría Administrativa y la presidencia del bloque de Cambiemos. Allí buscaba asesoramiento para solucionarlo. En medio de eso, cruzó un par de palabras con Pilar Político. “Tiene que salir de ahí”, marcó dando margen cero a una especie de convivencia en el mismo espacio físico. “Le crearon una Subsecretaría, pero ahí no va a estar”, sentenció sobre el futuro de Zakhem.
Mientras tanto, los trabajadores municipales miraban asombrados como su ex jefe no se movía para nada y lo que comúnmente se conoce como “atornillarse a la función pública” estaba sucediendo en una dependencia municipal.
Luego llegó la concejal e hija del okupa, Claudia Zakhem, y logró que su padre entienda que lo desplazaron de su lugar. Aunque, todavía no sepa por qué. Básicamente ese es el origen del problema. Por lo bajo, tanto Miguel, Claudia y el sector del radicalismo que trabajan con ellos, aseguran necesitar una razón por la cual perdieron ese lugar.