Ya no es negocio abrir un parri pollo

22/11/2017 | La Municipalidad del Pilar decidió profundizar la presión tributaria en el rubro gastronómico. Uno de los puntos más fuertes fue contra las habilitaciones de nuevas rotiserías. Habrá incrementos que superan el 1000%.

Mientras muchos acentúan el análisis de la ordenanza Fiscal y Tributaria 2018 en las tasas de Seguridad e Higiene y en el ex ABL, hay otros puntos que también demuestran que la economía tendrá un año complicado. Aquellos que busquen abrir comercios y tratar de aventurarse en nuevos proyectos se toparán con un estado municipal poco permeable a ayudarlos. Los incrementos en las habilitaciones treparán a porcentajes pocas veces vistos.

Uno de los ejemplos se refiere al rubro de la gastronomía. Durante el ejercicio económico en curso la habilitación para una rotisería de hasta 50m2 sólo costaba $1500. Inclusive la Comuna había tomado el compromiso de exceptuarlos de ese pago, a comercios de esas dimensiones; teniendo en cuenta, los beneficios que recibieron otros ámbitos como los boliches. Sin embargo, el horizonte ha cambiado y para el 2018 se plantea que quienes abran un local para venta de comidas deberá abonar $13.406. Casi 900% más.

Aquellos que pensaban hacer una inversión mayor en el mismo sector gastronómico tendrán que analizar que si su local supera los 50m2 y llega hasta los 100m2, el costo de la habilitación pasará de $3000 a $30.834. Así la suba está por encima del 1000%. Y en los casos que la superficie sea mayor a los 100m2, los montos pasarán de $5500 a $37.159.

Los números son fríos y tenebrosos para un Pilar que a medida que va transcurriendo el calendario 2017 suma más locales vacíos. O en su defecto con la leyenda «Liquidación por Cierre» en las distintas vidrieras. ¿Quiénes pueden arriesgarse a ocupar esos lugares cuando la propuesta del estado es poner altos costos para el inicio de nuevos comercios? El sector gastronómico es tan sólo un ejemplo de una ordenanza propia de otra coyuntura.

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