“En una villa nació, fue deseo de Dios, crecer y sobrevivir a la humilde expresión. Enfrentar la adversidad con afán de ganarse a cada paso la vida”. Tan parecida a la letra de “La Mano de Dios” del Potro Rodrigo ha sido la historia que ha contado de si mismo el actual Secretario de Desarrollo Humano de la Municipalidad del Pilar, Fabián Ferraro. Sin embargo, desde su llegada al distrito parece haberse olvidado del trabajo social y de lo que realmente necesita transmitir alguien que ocupa su rol. Primero fueron los deportistas, ahora una funcionaria de su riñón, como lo es la coordinadora de CDI Silvina Freyberg.
Como casi todas las celebraciones Cristianas, tiene su costado religioso y también el aspecto comercial. Por ello, es tradicional para toda la familia compartir un huevo de chocolate y sobre entre los niños durante la Pascua. Y justamente los Centros de Desarrollo Infantil (CDIs) que trabajan en el cuidado, estimulación, alimentación y socialización de los niños del distrito de 2 a 5 años en situación de vulnerabilidad social parecía un buen ámbito para ser parte de esa tradición. Así lo pensó la coordinadora Freyberg.
Pero muchas veces, para aquellos que están en la función pública la falta de memoria es una patología muy común. En este caso, Fabián Ferraro se fijó en la factura que marcaba $18.000 de gasto por un huevo de Pascua para cada uno de esos pequeños que concurren a las diferentes sedes de los CDIs, y no el significado sentimental que representó para ellos y sus familias que seguramente más de uno no podría costearlo con su bolsillo.
La peor parte se la llevó Silvina Freyberg, por los malos tratos de su secretario que terminaron hasta con el llanto de la funcionaria. Increíblemente luego alguien le apuntó al morenense Ferraro que el gasto había sido mucho menor. Pero su actitud ya lo había dejado en evidencia, en cuanto a sus prioridades.
Justo en la semana que el Ejecutivo envía el Presupuesto 2016 al HCD por un monto que supera los $2500 millones, al Secretario ANTI Desarrollo Social se le ocurrió cuestionar un gasto por $18 mil. Que más allá de los números, tuvieron como consecuencia una sonrisa en cada rostro de los nenes que asisten diariamente a los CDIs.
