El anuncio que declaró el Presidente de la Nación Alberto Fernández fue tomado con atención: en el primer día del aislamiento social obligatorio que se decretó ayer por la noche y tomó vigencia en los primeros minutos del viernes, hay un alto acatamiento por parte de la comunidad pilarense.
Las calles del centro del casco histórico están prácticamente desiertas y las personas que se ven circulando por la vía pública se dirigen
a los comercios abiertos. Hay largas filas para comprar en los supermercados, hay espera en las carnicerías y también en las farmacias.
Por otro lado, para controlar que la cuarentena obligatoria sea cumplida, se desplegaron en el cielo helicópteros que tienen la función de vigilar. La misión es clara: seamos responsables y quedémonos en casa.