Al mismo tiempo que la pandemia del coronavirus avanza también crecen los niveles de aceptación a la gestión del Presidente Alberto Fernández, y detrás de él los gobernadores e intendentes. Sin embargo, algunos dirigentes que fueron protagonistas del gobierno de Cambiemos no parecen estar conformes. Sí, los mismos que abandonaron el sistema sanitario público, y en el caso de Pilar quienes dejaron a su población con una Emergencia Alimentaria.

Uno de los casos es el del Dr. Carlos Kambourian, el pediatra que llegó al distrito desde Malvinas luego de perder las elecciones en el 2015. Nicolás Ducoté lo eligió como Secretario de Salud y su estadía no pasó inadvertida. En más de una ocasión buscó cerrar las salas de Atención Primaria; sacó a todos los odontólogos que trabajaban en esos centros de salud barriales para centralizarlos en un pseudo hospital que terminó con la Salud Pública y Gratuita; durante su gestión el hospital Sanguinetti debió cerrar su guardia por falta de médicos; entre otras situaciones. No obstante, actualmente «Kambu» se pasea por diferentes medios nacionales dando indicaciones sobre las medidas sanitarias que debería tomar el gobierno nacional.

Por su parte, la ex Secretaria General de Ducoté, Lucía Ravina reapareció en las redes sociales con críticas hacia el sistema de salud local. La misma funcionaria que no tuvo inconvenientes en admitir su estrategia clientelista en la última campaña. “Como partido, no tenemos ley que nos exija rendición de cuentas» manifestaba sobre la financiación de los bolsones de comida que repartió durante el 2019 para buscar la reelección del egresado de Harvard. Ella, como otros funcionarios, aún está involucrada en la causa federal de los microcréditos, a cargo del Juez Adrián González Charvay.

Con mucha sed de protagonismo, pero con muy pocas herramientas para aportar, la Diputada Marcela Campagnoli sigue insistiendo que el gobierno nacional debe darle un espacio para la opinión de Cambiemos en sus políticas sanitarias. También lo solicitó a nivel local. Pero su pelea parece inútil teniendo en cuenta que ni siquiera su referente Elisa Carrió salió a criticar a Alberto Fernández o que el actual dirigente más importante del PRO, Horacio Rodríguez Larreta, también coordina acciones con Nación. La doctora tendrá que seguir esperando. Mientras tanto, que disfrute de la «tranquilidad judicial» que tiene su marido, Guillermo Iglesias.

Ya pasaron tres meses de la salida de Cambiemos del poder. No obstante, algunos de sus dirigentes aún deben seguir trabajando en terapia para formar sus autocríticas. Les está costando demasiado y ante cada intervención pública volverán a quedar expuestos por sus acciones en los últimos cuatro años, ante la sociedad y en la justicia.