«Revolucionemos Pilar y hagamos de una vez por todas lo que no se hizo» expresaba el locutor porteño en el inicio del spot de Nicolás Ducoté en el 2015. Y finalmente ganó esa elección y cumplió con ese deseo. Aunque no del modo que los pilarenses interpretaron que podía hacerlo. Ahora el Intendente con más causas judiciales de la historia de Pilar quiere buscar reaparecer con la misma estrategia de engaño, por lo así lo demuestra en su página web con la cual inició su propaganda proselitista.
«Revolucionemos las calles con asfaltos» decía el locutor mientras el caballo chapoteaba en barro. Y sin dudas los asfaltos de poca duración y sin garantías por partes de las empresas constructoras fueron inéditos en el distrito. También aquellos que los días de lluvia se convierten en ríos y permanecen así durante extensas jornadas, como la calle Argerich en el barrio Dos Rutas. Ni hablar de que fueron invadidos por las famosas, y costosas, «tortuguitas» de la ex Subsecretaria de Transporte Claudia Guerrero (la de la fiesta en el Cenotafio).
LA FIESTA DESPEDIDA DE GUERRERO EN EL CENOTAFIO.
«Revolucionemos las casas con agua y cloacas» fue la promesa más arriesgada por parte de Ducoté. Pero pudo haberla cumplido, por lo menos en el barrio Monterrey de la localidad de Presidente Derqui. Para ello el gobierno nacional le había asignado $140.000.000 del Plan Hábitat, pero el dinero se desvió y actualmente representa uno de las causas judiciales que el egresado de Harvard debe afrontar.
«Revolucionemos las escuelas con obras» también era parte del spot. Justamente la gestión que obligó a toda la comunidad educativa a tener un parate similar al de la pandemia del coronavirus. En el 2018 muchos alumnos estuvieron durante meses sin asistir a clases porque los edificios tenían problemas en las instalaciones eléctricas y de gas. Ni hablar de deficiencias estructurales como en la Escuela Primaria N°25, donde a un niño de primer grado se le cayó un pedazo de techo en la cabeza.
«Revoluciones Pilar», ¿otra vez? Ducoté con página web renovada y con reuniones vía zoom quiere convencer nuevamente a los vecinos con el mismo discurso del 2015. Osea la previa de lo que luego fue el peor gobierno, y el más corrupto, de la historia de Pilar. ¿Alguien puede creer la misma mentira dos veces?