“Nombré 170 empleados sobre 5000, hay 4830 no los nombré yo, muchos son corruptos. De 5000 empleados tengo muchísimos que son delincuentes, tengo a inspectores grabados que van y le chorean a la gente” estas palabras fueron expresadas por el Intendente Nicolás Ducoté en junio del 2016 delante de vecinos de la localidad de Manzone. Pasan los años y aún se siguen descubriendo más datos de esa afirmación que le trajó muchos dolores de cabeza a la gestión de Cambiemos puertas adentro, ósea con los propios trabajadores municipales. Y a pesar de eso, el egresado de Harvard vuelve a demostrar que mintió beneficiando a la autora de la acusación a esos inspectores.
Todo comenzó en noviembre del 2015 cuando la Sra. María Laura Nerguizian presenta su expediente por mesa de entrada para realizar los trámites correspondientes para iniciar su obra sobre la calle Caamaño, en Villa Rosa. Sin abonar las tasas correspondientes de Derecho de Construcción inició los trabajos y luego de una inspección le aplicaron una multa, debido a la falta de pago y a los metros excedidos de construcción. En ese momento comenzó la búsqueda de la complicidad con algunos funcionarios para no pagar.
Según las declaraciones de los testigos, la contribuyente habló con el Director de Legal y Técnica, Martín Oscar Monea, y luego buscó inculpar a los municipales a través de una cámara oculta realizada con su celular. Prueba que fue desestimada por el juez quien en su fallo expresó: «no puedo valorar la grabación de la conversación que se realizó, pues está claro que se buscó generar el hecho que dio motivo a la formación de la presente causa».
FOJA DEL FALLO
Para las autoridades del Departamento Judicial de San Isidro, Nerguizian «no es ajena a toda esta cuestión, pretende desligarse de una situación de la que fue parte, y buscó ser parte, sabiendo que la estaba fomentando, y por tal motivo, decidió grabar y filmar la conversación; a pesar que luego pretende desentenderse».
Ducoté, como lo indicó el letrado con Nerguizian, pretendió generar un delito para culpar a dos trabajadores municipales. La justicia falló en su contra. Ahora luego de un par de años de aquel momento decide mostrar un gesto hacia su cómplice, aprobando los planos de aquella obra, condonando esa deuda original y dándole algunos metros más free. ¿Un reconocimiento por el intento fallido? ¿O modificará la ordenanza vigente y nadie más pagará la tasa de Derecho de Construcción? Sólo en el 2019 ya lleva condonados $6.000.000.