Quién haya lanzado la idea de denominar a la alianza macrista con el nombre «Juntos» nunca se imagino que sería un karma. Ni a nivel nacional, provincial o local hubo una armonía que se acerque a ese seudónimo. Hubo conflictos en la previa a la presentación de listas, antes de las PASO, en la fusión para llegar a las generales y cuando todo ya finalizó continúan los problemas.
Con Sebastián Neuspiller aún sangrando como en sus peores derrotas en su etapa de jugador, los dardos internos están dirigidos a su ex socia política, Adriana Cáceres. Esa a la que el equipo de Prensa del Dandy «vendió» al señalar que ella nunca se presentó en el bunker de la calle Caamaño durante el domingo. Ese fue el puntapié para el inicio de una catarata de críticas hacia la ahora concejal electa.
EL COMANDO DE ATAQUE A CÁCERES.
Entre las acusaciones que recaen sobre Cáceres es haber utilizado poderes de fiscal general de Avanza Libertad, la lista de Juan Martín Tito. Uno de los que levantó su dedo acusador fue Matías Yofe, el mismo que luego de las PASO también se había reunido con el libertario.
LA INTERNA ABIERTA EN LAS REDES SOCIALES.
Por lo bajo señalan que existía un presupuesto para fiscales, diagramado por la mencionada Cáceres. Pero con la particularidad que, según fuentes cercanas a Neuspiller, los fiscales de Juntos eran todos voluntarios. ¿Entonces? ¿Dónde quedaron esos fondos enviados desde la Ciudad de Buenos Aires?
Con Neuspiller derrotado y Nicolás Ducoté tratando de seguir disfrutando de la libertad que la Justicia aún le permite gozar, Cáceres parece ser la señalada para asumir el rol de líder opositora pero antes deberá atravesar los dardos de quienes se niegan a asumir la derrota. ¿La derquina podrá ejecutar la renovación que tanto promocionó y que finalmente no logró realizarla?
