«Soy el nuevo líder de la oposición» así se autodenominó Sebastián Neuspiller luego de su triunfo en las internas macristas en las últimas PASO. Aunque de nuevo no hay mucho que rescatar entre aquellos que lo acompañaron en este año electoral. Salvo la figura de Adriana Cáceres, quien por primera vez participa a nivel local, al resto el pasado los condena. Comieron y bebieron de la mesa de Nicolás Ducoté.
Cuando nos referimos a un ducotismo reciclado hablamos de ex funcionarios del egresado de Harvard. Por ejemplo, Georgina Gionferri ocupó el cargo de Secretaria Administrativa del Concejo Deliberante, secundando a Gustavo Trindade. Su gestión económica fue desaprobada en la votación de la Rendición de Cuentas 2019. Y todavía debe seguir dando respuestas ante el Tribunal de Cuentas de la Provincia de Buenos Aires.
GIONFERRI JUNTO A DUCOTÉ Y TRINDADE.
Uno de los que mayor cargo ocupó durante la era Ducoté fue Eduardo Villar, quien era Secretario de Servicios Públicos. Tenía a cargo las famosas Subsecretarías Territoriales. Aunque todos lo recuerdan por su escaso compromiso con esa tarea y muy esporádicas apariciones públicas junto a Ducoté y su par procesado Guillermo Iglesias.
VILLAR DE PASEO CON LOS PROCESADOS DUCOTÉ E IGLESIAS.
Horacio Spadea a pesar de no ser conocido por muchos también tenía un sueldo municipal y participaba como asesor en la gestión del ducotismo, por eso se lo puede calificar como un culpable más del desastre de esos cuatro años.
HORACIO SPADEA.
¿Y lo nuevo? Lo masillaron un poco y le hicieron una lavada de cara, pero rasqueteando un poco aparecen los mismos rostros. Aquellos que sabían que existían los hechos de corrupción por los cuales la Justicia procesó al ex Intendente y a varios de los integrantes de su gabinete. Por acción u omisión «la renovación de la oposición» es el ducotismo reciclado.