15/01/2020 | Los concejales Inés Ricci y su hijo Flavio Álvarez construyeron un aparato político financiado por el estado municipal. Solamente entre las ocho personas que componen sus bloques tienen $500.000 en sueldos. ¿Esa es la verdadera preocupación de ellos y por eso encadenan a trabajadores?

«La abanderada de los pobres» llamaban a Evita. Justamente en esa imagen quiere Inés Ricci que la reflejen, aunque la lujosa vida de ella y su familia dista demasiado de aquella referente social que ayudó a muchísimos argentinos. La concejal derquina puso al estado local en función de sus necesidades, no al servicio de los vecinos. Pero ahora con el cambio de autoridades parece haber llegado el final de esa organización.

Sólo en el Honorable Concejo Deliberante Ricci y su hijo Flavio Álvarez tienen $500.000 en concepto de sueldos. Incluye sus dietas como concejales y las personas que nombraron como sus empleados. Casualmente, el joven abogado hizo ingresar a su pareja y a toda la familia de ella. Patricia Herrera, Verónica Herrera, Ricardo Herrera y Ezequiel Herrera completan el clan familiar que pocas veces (mejor dicho nunca) fueron vistos por las oficinas del HCD.

PATRICIA HERRERA.

PATRICIA HERRERA Y FLAVIO ÁLVAREZ.

Gracias a esos sueldos, «Charo» Álvarez ($123.696) y «Pato» Herrera ($51.000 sin trabajar) lograron tener vacaciones VIP en los últimos años, por ejemplo en Disney durante el 2019. O esquiar en uno de los complejos más importantes del país. Además colaboraron con la familia y todos los 29 se reunían, Verónica ($45.000), Ricardo ($51.500) y Ezequiel ($50.000).

Para llegar al medio millón de pesos como presupuesto, Ricci tenía sus propios asistentes. Martín Sabino Pau ($51.564) y Enzo Dalpra ($45.517) también estaban incluidos en la estructura política de los derquinos, obviamente con una «exigencia horaria» muy livianita.

Sueldos top, viajes a Estados Unidos y el Caribe, autos de alta gama, entre otros «gustos» que se daban los referentes derquinos Ricci y Álvarez. Todo a cuenta de las arcas de la Comuna. ¿Llegó el final para ellos?

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