En medio de un contexto sanitario que a nadie en este país le había tocado vivir anteriormente, un sector específico de la dirigencia política local ha vuelto ha apelar a una triste noticia falsa como estrategia de campaña. Esta vez inventando un listado de supuestos «Vacunados VIP» contra el COVID-19. Una acción que claramente buscó generar indignación en el resto de la sociedad, que excede al ámbito político, ya que la comunidad en su totalidad está aguardando por su turno para recibir la vacuna que lo proteja ante el coronavirus. Y lo lograron, pero ¿a qué precio? ¿Excluyendo a 25 personas a realmente ser vacunados cuando las autoridades sanitarias lo indiquen?
Aquellos que acompañan a Nicolás Ducoté han intentando instalar que existen vacunados VIP en Pilar. Simplemente agarrándose desesperadamente de lo que marca la coyuntura a nivel nacional y sin ninguna prueba que avale esas afirmaciones a nivel local. Todo lo contrario a lo que sucedió con la gestión del ex Intendente. Por ejemplo, el concejal Flavio Álvarez sembró la duda sobre quiénes realmente se vacunaron en el distrito sin presentar algún documento que avale sus afirmaciones. Como si ocurrió cuando el Ejecutivo despidió a los empleados que oficiaban de mecánico, petisero, payaso en actos de campaña o directamente ñoquis familiares en su estructura política.
Andrés Genna Grau y Analía Leguizamón, dos de los pocos dirigentes que aún están al lado de Ducoté, decidieron repartir flyers durante la marcha del pasado 27 de febrero en los cuales hacían referencia a un vacunatorio VIP. Esa acción fue la previa a la fake news distribuida en las redes sociales. «Una duda razonable» así lo calificó Leguizamón. Aunque no logró aclarar si existe algún testimonio que lo avale, como si ocurrió a nivel nacional que originaron la polémica y posteriores cambios exigidos por el Presidente Alberto Fernández. No existe, por eso no pudo hacer referencia alguna.
En mi caso personal, desde hace poco menos de diez años soy Diabético insulinodependiente. Para las autoridades sanitarias soy un paciente de riesgo ante la posibilidad de ser infectado de coronavirus. Estoy inscripto para vacunarme, pero aún no fui llamado para hacerlo. Lo mismo sucede con otros integrantes de esa lista falsa. Al igual que muchos en este momento, ansío el llamado para ir a vacunarme porque significará la tranquilidad de toda mi familia. Pero lo haré cuando corresponda, no antes. Lo indignante es tener a dirigentes que se agarran de esta «herramienta de campaña» involucrando la salud de otros, inclusive algunos de ellos padecen a diario con familiares diabéticos. ¿Será la última vez que lo hacen? ¿O cada vez que se vean lejos del poder volverán a repetirlo? Lamentablemente no es la primera vez que lo hacen.