Pocas personas en el ámbito laboral se pueden dar el lujo de mantener un puesto, mientras ocupan otro. Tener la seguridad de que si te echan del lugar donde estás podes regresar al anterior, solamente un grupo de ciudadanos selectos pueden gozar de ese beneficio. Uno de ellos es el Juez de Faltas en uso de licencia y actual concejal de Cambiemos, Dr. Diego Ranieli. ¿Le habrá quedado una cuenta pendiente y por eso no se quiere ir?
Pilar Político repasó la historia de aquellos que les tocó atravesar situaciones similares al ex pattista Ranieli. Y hay dos casos que se destacan. Uno es el de Carlos Olivera, quien asumió como titular del Juzgado de Faltas N°1 en abril del año 2000. Al año siguiente se presentó como candidato a concejal y fue electo. Un día antes de asumir en su banca, el 9 de diciembre del 2001, presentó su renuncia. «Si pedía licencia podría ser juez de faltas hasta hoy jeje», manifestó ante la consulta de PP. «Cada uno sabe cómo manejarse, renuncié porque no me gusta volver a los lugares donde ya estuve», agregó.
El otro antecedente es más reciente aún. En el 2007 desde el Ejecutivo que comandaba Humbeo Zúccaro aseguraron que la creación del nuevo Juzgado, el N°2, se debía al aumento de denuncias impulsadas por el crecimiento demográfico y edilicio del distrito. El discurso que explicaba su necesaria apertura, señalaba la urgencia de adecuar el área al crecimiento del distrito, incluso enumeraba la cantidad de nuevas construcciones, la expansión de empresas y la presencia de nuevos inspectores que controlan, entre otros argumentos. En aquel momento se anunció que ambos juzgados tendrían la misma competencia y se dividirían por turnos de quince días cada uno. El abogado elegido para liderar ese lugar fue Santiago Gómez.
La estadía del mencionado Gómez no fue muy prolongada, desde enero del 2007 hasta diciembre del 2009. Ante la oferta de José Molina para integrar su gabinete en la cartera de medio ambiente de la provincia de Buenos Aires, el joven letrado se alejó de la función local. Como marca la lógica, renunció a su cargo en la comuna para sumarse al ejecutivo bonaerense.
Ranieli llegó a ser Juez de Faltas gracias a Zúccaro, más allá de que el lo niegue como Pedro a Jesús. Tuvo que forzar una buena relación con Nicolás Ducoté para permanecer en ese lugar. ¿Cuántos favores más debe? ¿Creerá que es el lugar perfecto para jubilarse? ¿Intentará emular al ex Juez de la Corte Suprema, Carlos Fayt quien permaneció en el poder judicial con más de 90 años?
Ahhhh, bueno
Si ponemos a Olivera de ejemplo (por algo bien hecho) , ya no entiendo nada…