En fútbol un vestuario derrotado puede convertirse en una bomba; donde vuelen botines, insultos, reproches para todos lados o un espacio en el cual el altruismo de algunos convenza al resto de ir en busca de una pronta revancha. Esto último no sería el caso de aquellos que integraron la lista de Juntos en las pasadas elecciones generales del 14 de noviembre. Los dedos acusadores siguen señalandose entre sí.
Primero apuntaron contra Adriana Cáceres, a quien le recriminaron no haber estado en el bunker derrotado durante el domingo. No sólo eso, su compañero de lista Matías Yofe, y personas cercanas al espacio, marcaron que fue a fiscalizar para Avanza Libertad y no para el macrismo. Sumado a eso, la involucran con un supuesto presupuesto para el pago de fiscales, cuando remarcan que no estaba pactado ningún pago por esa tarea.
LA FOTO SIN CÁCERES.
Al autoproclamado líder de la oposición, Sebastián Neuspiller, también le lanzaron algunos dardos. «Para ganar una elección se necesita un equipo de verdad desde el arranque. Con un goleador no alcanza!», señaló a través de Twitter, Jorge Juárez, también ex candidato a concejal de la lista macrista de Pilar. «Así como las PASO fueron históricas en récord de votos, las Generales también lo fueron por la caída, marcando la falta de unidad, la falta de conducción y la poca autocrítica de la que también fui parte», agregó el ex empleado municipal.
Para Cáceres, Neuspiller, y todos aquellos que estuvieron involucrados en la dura derrota del último domingo, todos reciben críticas y nadie se salva de los dedos acusadores. Si en este 2021 la interna tuvo dos listas, y aún continúan peleándose, ¿en el 2023 cuántas nóminas habrá? ¿Una por cada uno de los que salen a hablar públicamente? ¿O la autodestrucción será masiva y fue el final de Juntos en Pilar?
