«Tenemos que tener la notificación donde votamos. Soy una jubilada…así que me voy sin nada» es la palabra de una de las vecinas de Presidente Derqui que se acercó a la Delegación en busca de un bolsón de comida pero se encontró con el pedido extorsivo del titular de la Subsecretaría de Gestión Territorial I, Domingo Stroia. Sin voto, no hay comida. Así funciona la estrategia electoral de Nicolás Ducoté y el ejemplo más claro es lo sucedido con esa jubilada.
Frenada la tramitación de subsidios «compra votos», la dependencia manejada por Stroia era uno de los centros de recepción de DNI según la palabra del Jefe de Gabinete Juan Pablo Martignone en el audio tomado como prueba fiel por la jueza federal María Servini de Cubría; ahora la única «herramienta electoral» pasó a ser la entrega de alimentos. Si, ni gestión en general, ni veredas, ni zanjeos, o nuevas propuestas, lisa y llanamente jugar con el HAMBRE de los más vulnerables.
En esta extorsión a los vecinos más necesitados también aparece involucrada la ex Subsecretaria de Desarrollo Social y actual Concejal, Jésica Bortule. Los punteros oficialistas les entregan vales con el nombre de Ducoté y además papelitos con el número de celular de la funcionaria mencionada. La misma que durante el 2018 negó que sea necesaria la Emergencia Alimentaria en el distrito y que durante su gestión mantuvo a los trabajadores sociales encerrados en sus oficinas.
«Si no votas a Ducoté, no hay bolsón de comida» es el mensaje que está dando el Intendente y su equipo en la recta final de la campaña que puede terminar con su gobierno. Ya nada se disfraza o trata de hacerse elegantemente, todo como si fueran manotazos de ahogados, el egresado de Harvard dejó de lado la Transparencia para aplicar lo peor de la política clientelar.