Fue la cara de Cambiemos en las elecciones del 2017; todos los integrantes del gobierno de Nicolás Ducoté (aunque muchos no estuvieran a gusto) debieron salir a la calle a promocionar su ignoto nombre; y su rostro se hizo conocido por la infinidad de carteles que se colocaron en la Panamericana. Sin embargo, esa imagen fue la que faltó en el fin de semana más complicado que tuvo ND desde su asunción en diciembre del 2015. Y fueron los propios integrantes de la gestión quienes la recordaron al mirarse a los ojos con el agua hasta la cintura. Jésica Bortule brilló por su ausencia, aún está disfrutando de su exclusiva luna de miel. Dicen que le gusta el viejo continente, por ello el año pasado ya lo visitó para festejar su triunfo electoral.
A nivel nacional quedaron escrachados el Ministro del Interior, Rogelio Frigerio, a quien lo vieron barrenando olas en aguas extranjeras; y el Ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, Cristian Ritondo quien se preocupó por los inundados y por el tiroteo en la comisaría de La Matanza desde Nueva York en Estados Unidos. En el ámbito local, a Bortule ningún vecino afectado por el temporal pudo reclamarle por la falta de obras, y menos aún, algún periodista pudo acusarla de subirse a una lancha para realizar un spot publicitario en medio de las necesidades de esos pilarenses. Básicamente porque no estuvo ni está.
La concejal Claudia Zakhem; el Director de Empleos, Andrés Genna; la ahora concejal Delfina Lenzi; el Presidente del Concejo Escolar, Pablo Donoso; la concejal Analía Leguizamón; el Secretario de Gobierno, Carlos Arena; son simplemente algunos de los integrantes del gobierno de Ducoté que hicieron un book de fotos sobre sus acciones solidarias en los barrios afectados. Lamentablemente, para Bortule, como para otros de menor importancia dentro de la comuna, sólo debió limitarse a darle RT a las publicaciones del intendente desde el punto del planeta donde se encuentra disfrutando de un mejor clima junto a su pareja.
El casamiento que postergó a las Fiestas Patronales de San Alejo
Evidentemente para la joven concejal el anhelo de su vida era casarse y para ello vio a la política como el instrumento para llegar a hacerlo. Por eso apeló a los talleres de las escuelas municipales para organizar el catering de su boda y algunas cuestiones más; así pudo hacer su fiesta en el lujoso salón El Tata en Del Viso. ¿Y las palabras de mostrar «un Pilar mejor»? ¿Palabras vacías? ¿O lo hará realidad cuando termine definitivamente con su cuento de hadas y se ponga a trabajar? ¿Cuántos capítulos tiene su relato?
