«Todos somos iguales ante la ley», también «Ante los ojos de Dios» pero el municipio de Pilar claramente no es un juzgado o una iglesia y las diferencias las marcan los recibos de sueldos. La mayoría espera a través de la información que brindamos los medios de prensa locales o de comunicados de los propios sindicatos como se define la paritaria de cada año. Esa que siempre se estira porque nunca está cerca de lo que marca la inflación y menos de acercarse al salario mínimo, vital y móvil. Sin embargo, otros resuelven cara a cara con el Intendente Nicolás Ducoté sus aumentos. El Secretario de Gobierno Carlos Arena protagoniza una de esas «Paritarias VIP».
Luego de haber sido concejal representando a Francisco De Narváez en su tierra natal desde el 2009 al 2013, en el partido de Vicente López; y quedarse afuera del armado del Frente Renovador que arrasó en la provincia de Buenos Aires en el 2013; Arena apostó a Ducoté en el 2015 y sin dudas ganó un pleno. Le prometió meterse en el barro y lo hizo, como si fuera un cerdo en su hábitat natural.
Para Ducoté significa mucho la presencia de Arena en su gobierno (aunque muchos le sigan buscando una explicación) y su forma de demostración es con la paritaria VIP. Nadie en la Comuna ha tenido tantos incrementos de sueldos como él. Mientras los municipales convencionales muchas veces asisten enfermos para cobrar ese plus de 10% por el presentismo, ese porcentaje Arena lo recibe sin motivo alguno de un mes para otro, en cualquier momento del año. Sin que su presencia o ausencia influya en algo.
Parece ilógico pero los primeros meses de «Playa» como funcionario público fueron «duros», entre febrero y mayo del 2016 sus haberes rondaron los $8000. Pero todas las pérdidas ocasionadas fueron saldadas con un camión de billetes en junio de ese año, cuando le depositaron $865.361. Sí, casi como si hubiera participado del programa del millón de pesos de Susana Giménez. ¿Motivos? ¿Razones? ¿Circunstancias? Ninguna que parezca lógica en un estado local.
Desde agosto del 2016, la caja de ahorro de Arena empezó a recibir cataratas de aumentos. El quiebre fue en agosto del 2016 cuando paso a cobrar de $22.000 a $79.000. Paralelamente, la categoría más baja de los municipales rondaba los $10.000. Jamás los trabajadores de planta obtuvieron un 70% de incremento salarial o sumas extraordinarias que superaran los $1500.
Otro punto de inflexión fue superar la barrera de los $100.000 mensuales, algo ilógico hasta hace unos años atrás para cualquier intendente del conurbano bonaerense. En Pilar, no sólo lo logró Nicolás Ducoté sino también sus funcionarios más cercanos como Arena. En el cierre del 2017, ¿como premio por el triunfo electoral?, descorchó el champagne en su coqueto country con más de $114.000 de salario.
«Pasamos al básico una suma no remunerativa», «cedimos un 5% por presentismo de manera quincenal», «damos un bono de $1500 para fin de año», «firmamos el convenio colectivo de trabajo» ninguno de esos mensajes expresados por el gobierno de Nicolás Ducoté pueden igualar a los beneficios económicos que ha tenido para con Carlos Arena. Sólo él goza de una paritaria VIP inigualable.