«Si son tan expertos en dar «recetas» porque no se dedicaron a la gastronomía» escribió nuestro humorista FECHU en su última entrega en Pilar Político haciendo referencia a los ex ministros de economía que dan sus consejos en plena pandemia. Algo parecido podría aplicarse en Pilar con los ex funcionarios de la gestión de Nicolás Ducoté. Esos que llevaron a Pilar a la peor crisis social de su historia, obligando al Concejo Deliberante a declarar la Emergencia Alimentaria, y a colocarlo en los medios nacionales por los múltiples casos de corrupción que salpicaron al municipio. ¿Pueden dar sus recetas cuando ni siquiera «pueden hervir una salchicha»?
Increíblemente durante la última sesión del HCD, concejales de Juntos por un Cambio, puntualmente dos que ocuparon lugares en el pasado gabinete de Ducoté como Jésica Bortule y Analía Leguizamón, parecían haber pertenecido a múltiples gestiones municipales indicando cuáles son las salidas en un difícil contexto económico generado por un hecho inédito, la pandemia por el coronavirus. Algo pasado por alto por las legisladoras, quienes parecen ser inmunes a la enfermedad que se llevó miles de vidas en nuestro país durante este año.
Es una pena que Bortule no haya tenido las ideas tan claras cuando le tocó ser la Subsecretaria de Desarrollo Social y Humano. En aquella etapa jamás escuchó que había sectores en Pilar que estaban siendo cada vez más vulnerables y que el hambre era un grave problema que lamentablemente existía. No lo atendió y no se ocupó hasta que la estrategia de campaña, diseñada por su antigua jefa Lucía Ravina, contemplaba buscar votos a cambio de bolsones de comida. En realidad, el objetivo nunca fue erradicar el hambre sino mantenerse en el poder.
FOTO GENTILEZA PERIÓDICO DEL PILAR.
Lo mismo sucedió con Leguizamón, quien no siendo médica no podía asumir en el área de Salud para estar a cargo de Atención Primaria, pero como todas las normas durante el gobierno de Ducoté estaban para no respetarse simplemente le cambiaron el nombre al cargo. Aunque mirando a lo lejos su gestión es como si nunca hubiera asumido. Dejó abandonadas 22 obras luego de haber perdido las elecciones de octubre del 2019, todas podrían haber ayudado a tener un sistema de salud municipal más preparado para luchar contra el COVID-19.
Volviendo al humor de FECHU, si ya demostraron que no pueden cocinar un huevo duro, ¿por qué muestran sus recetas como la salvación para este momento? ¿Por qué no las aplicaron antes? ¿Por qué hicieron lo que hicieron? ¿O como ocurrió con los bolsones en el 2019 lo único que importan son las elecciones del año que viene?
