Organizan manifestaciones de cualquier tipo en contra del gobierno, van a hablar con referentes provinciales de su espacio político, tratan de generar ruido mediático desde el Concejo Deliberante y todo lo hacen sin el mínimo apoyo de su líder político, Nicolás Ducoté. Los huérfanos del ex Intendente son los actuales concejales de Juntos por el Cambio que el próximo 10 de diciembre deberán dejar sus bancas. Aunque quieren hacer todo lo posible para seguir cuatro años más. No parece ser el plan del egresado de Harvard.
«Lamparita», el apodo que los trabajadores municipales le atribuyeron a Ducoté, aún no da indicios de su estrategia electoral. No obstante, sabe perfectamente que deberá enfrentar o acordar con la Diputada Adriana Cáceres en este 2021. Eso significa que no tendrá lugares para todos en la lista y más de uno tendrá que alentar desde afuera. O comenzar a pensar sus vidas por fuera de la política.
Uno de los más preocupados por esta situación es Gustavo Trindade, quien a partir del apoyo del Jefe Comunal de San Isidro, Gustavo Posse, busca presionar para quedarse por un período más. Sería el cuarto consecutivo y todos logrados con un partido distinto en cada elección.
Por su parte, el derquino Flavio Álvarez ya se muestra en plena campaña, con el aparato político de su mamá Inés Ricci. Con su pasado zuccarista y massista, ahora intentará ser él elegido por Ducoté para ocupar el cupo masculino dentro de la lista, secundando al líder opositor. ¿Si no lo logra volverá a mutar políticamente? Nadie se sorprendería, no sería la primera vez.
En una especie de guerra fría, Jésica Bortulé y Analía Leguizamón están disputándose silenciosamente su lugar entre los candidatos. Inclusive la segunda de ellas ya mandó a pintar paredones y espera directivas de su referente nacional, Diego Santilli, para saber si se sigue abrazando y sacándose fotos con Ducoté o empieza a acercarse a Cáceres.
Existen dos opciones que Ducoté está analizando. La primera es rendirse, entregar a todos sus soldados con la condición de encabezar la lista de concejales. Así Cáceres sería la segunda y luego el resto de su tropa. ¿Y los huérfanos? OUT. Y la segunda es disputar la interna «sangrienta» y con grandes posibilidades de perderla. ¿Cuál es el mal menor para estos dirigentes?