Se intoxicó, la asistió una niña, la llevaron de urgencia, fue internada y su vida no volvió a ser la misma. María Gambini era auxiliar en la EPB N°16 y fue víctima de la irresponsabilidad del Consejo Escolar y los directivos de la institución, quienes la obligaron a trabajar a pocas horas de haber fumigado el edificio. Ocurrió en marzo del 2016, desde ese momento no pudo trabajar más y los médicos le aseguran que no lo volverá a hacer.
«Soy auxiliar desde hace 15 años del turno mañana de la EPB N°16. El 16 de marzo del 2016 fumigaron el colegio, la parte de la primaria; el 17 de marzo fumigan la secundaria N°12 que comparte establecimiento. Los directivos enviaron mensajes que el 18 nos teníamos que presentar a limpiar todo el colegio. Ese día la portera, por orden del Director, llevó acaroina y raid para tirar sobre dos fumigaciones», relató María. «Cuando fui a entrar ya había tirado acaroina mezclado con agua, más el químico que tiran en la fumigación. Me quedé sin respiración, corrí al baño, me lavé la cara, me tiré agua en la boca, pero no respiraba», recordó angustiada.
Ni la portera, ni los directivos, ni los consejeros escolares, fue una una nena que pasaba por la puerta de la escuela la única en socorrerla. «Lo llamaba por teléfono a mi marido, pero no podía hablar», manifestó. Desde aquel momento estuvo dos veces internada en la Clínica Fátima. Solicitó respuestas por lo sucedido pero ningún consejero escolar respondió. Le declararon asma ocupacional y todos los meses debe concurrir a la ART para constatar su pésimo estado de salud.
«Los médicos me dicen que no voy a volver a trabajar nunca más» expresó María Gambini, quien pide una solución para su situación laboral y personal. Las actuales autoridades del Consejo Escolar, Pablo Donoso y Patricia Santoro, son los encargados de brindarle esa respuesta que desde el 2016 aún no recibió.