En el 2015, detuvieron al ex jugador Bruno Pietravallo por haber entregado a alguien para ser asaltado en una de las oficinas. En el 2017 se registró una seguidilla de robos de autos de la década del ’90. En marzo del 2018, fue el concejal José Molina quien denunció que le sustrajeron documentación de su vehículo mientras estaba estacionado sobre la colectora. Todos esos hechos tienen un lugar en común, el edificio Paralelo 50. El cual desde hace algunos meses es el sitio del terror y pánico de los clientes de Bigg Crosfitt, el gimnasio ubicado en la planta baja.
Hasta ahora las estadísticas marcan tres robos de automóviles y el secuestro de una persona. Todos los damnificados son clientes del emprendimiento mencionado anteriormente, el cual está atravesando un difícil momento económico debido a la merma de concurrentes. Así lo aseguraron desde la administración del edificio a Pilar Político. Debido a esto, los mismos aseguraron que están analizando la contratación de un efectivo de la policía bonaerense. «La seguridad privada no puede hacerse cargo de robos a mano armada», graficaron.
Los testimonios describen el miedo que sienten los abonados y ex abonados a Bigg Crosfitt. «Iba a entrenar vestido y salía desnudo. Es más peligroso que algunos barrios de Derqui», expresó Mickael. «Mientras entrenábamos veía gente que pasaba una y otra vez observándonos para agarrarnos cuando salíamos», manifestó otro de los damnificados. «No vuelvo más. Venís a entrenar y a pasarla bien. Y salía de ahí con pánico», sentenció otro.
Aquellos que están al frente del local sienten mucha bronca con el municipio y puntualmente con Nicolás Ducoté. Con este último por haber negado delante de los medios locales la ola de inseguridad que se sufre en la zona. «Venimos acá pensando más que nada en la seguridad y terminando perdiendo todos los clientes», aseguran desde Bigg Crosfitt con sus vecinos más cercanos en la planta baja.
Clientes que se van, empleados que renuncian, así es la actualidad del gimnasio del edificio Paralelo 50, ubicado en el KM 49,500 de la autopista Panamericana. Y la disyuntiva que se genera entre los amantes de este tipo de entrenamiento, ¿cuidar la vida entrenando y exponiéndose a un secuestro a la vera de la Panamericana? ¿Ponerse en forma para el verano y arriesgarse a volver a pie por el posible robo de su auto? Bigg Crosffit, un gimnasio de alto riesgo.