Luego de lo que fue el sinsabor de un año donde Real Pilar se quedó en las puertas del Reducido después de empatar una decena de partidos en el Clausura, la mayoría sin anotar goles, la dirigencia decidió cesar a Marcelo Raya de su cargo como entrenador.
Apuntando a pelear el campeonato, concretaron la vuelta de Tomás Arrotea Molina como técnico para repetir los éxitos del pasado cercano, como las históricas victorias en la Copa Argentina y el ascenso a la Primera C. El superlativo nivel que alcanzó el Real Pilar durante aquella etapa dejó un gran recuerdo del Arrotea Molina.
Sin embargo, la confección del plantel por ahora no arrancó de manera positiva y deberá apuntar a reforzar el arco después de que Tomás Sultani y Alan Sosa abandonaran la institución. El primero fue a San Telmo –Primera Nacional- donde peleará el puesto contra el experimentado Luis Ardente; por otro lado, el ex Unión recalará en Villa Dálmine, equipo que también milita en la segunda categoría del fútbol argentino.
En otro orden, Lucas Chambi también se alejó del club de Pilar y fichó como nuevo hombre de Cañuelas, de la Primera B Metropolitana. Mientras que Jeremías Rodríguez Puch ya fue anunciado en San Martín de San Juan para la próxima temporada de la Primera Nacional. Así, también se debilitó sustancialmente el aspecto creativo del equipo con la salida de los mediocampistas.
A la lista que Arrotea Molina confeccionó con los pedidos para mejorar la calidad del plantel deberá añadirle sí o sí arqueros nuevos y generadores de juego.