Alto, rubio, galán para sus “compañeras” del PRO, criado en una familia sin necesidades, residió hasta el año pasado en una de las urbanizaciones más exclusivas del distrito; tiene todas las características que buscaba Nicolás Ducoté para su referente en la juventud. Pablo Donoso creció viendo pasar a las grandes figuras del polo mundial dentro de su barrio, el Tortugas Country Club, y desconociendo las carencias que había del otro lado del paredón. Hoy le toca lidiar con esas últimas, a pesar del no consentimiento de su familia, y el desconocimiento sigue siendo el mismo.

Con mucho margen para apostar a un proyecto a largo plazo, pero que terminó siendo exitoso antes de tiempo, Donoso se sumó a Nicolás Ducoté en su carrera política en Pilar desde el inicio mismo. Lideró a los jóvenes voluntarios, que recorrieron el distrito repartiendo globos y hablando de una gestión que iba a cambiarles la vida a todos los vecinos del distrito, a la distancia parece que relataban una fábula más que algo real.

Llegado el momento del armado de la lista del 2015, Ducoté priorizó a los apellidos con mayor porcentaje de conocimiento, por encima del trabajo previo. Y a Donoso le tocó el cuarto lugar de la lista de consejeros escolares. Los resultados finales marcaron que el Licenciado en Ciencias Políticas se quedaba afuera de esa institución dependiente del gobierno provincial, pero increíblemente el radical Vladimir Braillard priorizó lo económico por encima del aspecto vocacional y pidió licencia para ocupar un rinconcito en el Ejecutivo como Director de Juventud. Así el “niño maravilla PRO” asumió y en las negociaciones, llevadas adelante por el mismo Intendente, le tocó quedarse con la preciada tesorería del Consejo.

Escuchando las propuestas de gobierno de Cambiemos en Pilar, lo primero que se pensó era que Donoso ocupaba el rol de Tesorero para darle transparencia a un lugar siempre sospechado. Lejos de eso, le sumó falta sensibilidad social a la hora de contratar, y controlar, a los proveedores del servicio alimentario escolar. Sin pesar en algo mejor para los chicos de Pilar, sumó a amigos propios y ajenos para los comedores de las escuelas del distrito.

Desde el barrio Los Laureles, en Garín (tampoco vive en Pilar), parece que el hambre se ve de otra manera, sino sus reacciones hubieran sido diferentes antes los pedidos de Suteba para que mejoren el menú en la Escuela N°39 de Del Viso. Allí mientras la cocina esperaba ser remodelada, los alumnos sólo almorzaban un sándwich de jamón y queso mínimo con una naranja. Desde el gremio pidieron un horno eléctrico para que por lo menos les calienten la comida a los chicos, pero hasta que no hubo presión mediática, Donoso no creyó que era prioritario.

Sus peores decisiones pasaron por la contratación de proveedores irresponsables que llevaron alimentos en mal estado a las escuelas de Villa Rosa y Luis Lagomarsino. En el primer caso, tuvo que interceder el Intendente Nicolás Ducoté para que Donoso saqué a la empresa de la nómina del Consejo Escolar. Y el más reciente es el de la firma Pradam de Campana, que entregó carne en mal estado en la Escuela N°13 en el barrio Luchetti. Situación que el joven de Cambiemos reconoció en lo interno, pero públicamente defendió a aquellos que casi atentan contra la salud de los alumnos. Hasta les confirmó a los directivos de la institución que seguirá llevando los alimentos a pesar de lo ocurrido. Sumado a esos casos, en la Escuela Primaria N°9 recibieron pan con excremento de parte de la panadería Santa Elena de Del Viso. Por decisión de la Presidenta del cuerpo de consejeros, Julia Benítez, ese proveedor fue suspendido. El mismo había sido contratado por Donoso debido a compromisos asumidos por el ex concejal Miguel Gamboa durante la pasada campaña.

Una de las primeras decisiones tomadas por el dirigente de Cambiemos fue la llegada de una empresa multirrubro, Delsof Vial. La misma se encargó de hacer desagotes de pozos, a pesar de no tener sus camiones habilitados en el municipio; arreglo de techos; y desinfecciones en las escuelas, por su mal accionar una auxiliar se intoxicó en la Escuela N°16 de La Lonja debido al químico utilizado. Esta polémica contratación también necesitó de la intervención de Ducoté, quien le “aconsejó” que la diera de baja.

¿Es peor el remedio que la enfermedad? Con la anterior gestión, el Consejo Escolar era sospechado de manejos turbios y parecía que el discurso de Cambiemos con promesas de transparencia iba a modificar esa situación. Con sus jóvenes veinte y pico de años, y en su primera experiencia en un cargo electivo, Pablo Donoso ya parece tener tantas manchas como un viejo tigre.